Mi primer fic

Capítulo 4. ¿Qué te pasa Phineas?

—Bueno como ya está lista la comida, chicos ayúdenme a preparar la mesa.—pide la madre de los chicos.

—Y yo ayudare.—se ofrece Isabella.

—Claro que no, tú eres mi invitada.—la regaña Ferb y luego la fuerza a sentarse a la silla de la mesa de su cocina a esperar.

—¿Tu invitada?—pregunta Phineas alzando la ceja en tono molesto.

—Si asi es, yo la invite, asi que Isabella.—la señala el peliverde—. No muevas ni un músculo, nosotros estamos para servirte.

—¿Nosotros? Pensé que era TÚ invitada.

En ese instante Isabella sintió una opresión en su pecho por el comentario tan hiriente que hizo Phineas.

—S-si me permiten un momento, tengo que ir al... baño.—intenta decir lo más tranquila posible, pero le temblaba un poco la voz dando a notar su estado de ánimo, sale corriendo al terminar de explicarse ya que sentía que lloraría en cualquier momento.

—Bien hecho Flynn.—le dice Ferb sarcástico y un un tono de molestia.

Phineas solo se limita a bajar la mirada culpable al notar que se había pasado por el comentario tan brusco, no entendía porque actuo de esa forma, pero seguía muy molesto y no podía calmarse.

—¿Donde está Isabella?—llega de repente la madre de los chicos.

—Phineas fue un grosero y la hizo llorar.—acusa Ferb mientras le da a su hermano una mirada hostil.

—¿Por qué hiciste eso?—observa Linda a Phineas sorprendida.

—Yo... me iré a disculpar.—dice apenado.

—No, no hace falta.—espeta Ferb molesto—. Yo iré a hablar con Isabella... no quiero que la vayas a hacer sentir peor. Mejor ve a recoger la mesa por mal educado.—ordena seco para luego dirigirse con Isabella.

—¿Qué? pero yo quiero...—intenta pedir Phineas preocupado.

—Phineas hazlo, ese será tu castigo por hacer sentir mal a Isabella, yo no te eduqué así. Y no quiero quejas—le ordena su madre.

—Está bien...-responde Phineas bajando la mirada resignado.

Mientras tanto en el baño donde Isabella se encontraba, ya se había mojado la cara para intentar calmarse un poco ya que había llorado mucho por lo que su mejor amigo había dicho.

—Ya basta isabella.—se dice a sí misma—. Deja llorar por él, recuerda... ya no te importa. Has renunciado a su amor.—se recuerda—. Creo que después de todo Ferb si estaba equivocado.—dice Isabella deprimiendose con sus propias palabras.

«Toc, Toc» Ferb toca la puerta del baño—. Isabella ¿todo bien?— Se escucha detrás de la puerta.

—¡S-si, un momento!—avisa antes de secarse los ojos con sus manos rápidamente.

—¿Segura?

—Si, gracias.—finge la pelinegra una sonrisa al salir de su escondite.

Como Ferb no quería darle la contraria, decide no decir nada al respecto y audazmente cambia el tema—¿Estás lista para ir a comer invitada?—le regala una sonrisa sincera para animarla.

Y de la misma forma ella se la devuelve—Claro.

Cuando Phineas termino de acomodar la mesa con un poco de ayuda de su madre, empezaron a comer todos juntos, estaban acomodados de la siguiente manera; primero Candace a la izquierda tenía a su madre y a su derecha a Isabella, Isabella tenía alado a Ferb, y Ferb a Phineas, después el señor Fletcher y así.

—Nos alegra tanto que nos acompañes a comer Isabella, puedes venir cuando quieras.—le dice el señor Lawrence con una agradable sonrisa.

—Muchas gracias señor Fletcher.

—¿Entonces, Phineas ya se animó a invitarla a comer aquí eh?—interrumpe Candace divertida.

—Yo no la invite, Ferb lo hizo... ¿y cómo de que me animé?—interroga Phineas irritado.

—¿No la invitaste tu Phineas? pensé que por eso...—sigue Lawrence antes de ser interrumpido por su hijo Ferb.

—¡Cof, cof!-finje toser—. ¡Pero que deliciosa está la comida mamá! ¿No lo crees isabella?—le pregunta a Isabella buscando apoyo.

—¿Qué? ¡Ah sí! ... Estuvo muy delicioso, gracias por la comida señora Flynn-Fletcher.

—Esperen ya estoy confundido, ¿que están tratando de decir?-empieza a reaccionar phineas.

—Oh bueno, pues...—se miran ambos esposos nerviosos.

—Sabes hijo.—empezó la madre—. Creo que ya terminamos todos, recogeré la mesa con Candace estaá vez y ustedes salgan a hablar en el patio, ¿okey?

—¿Está... bien?—contesta Phineas mucho más confundido.

Phineas, Ferb e Isabella salen al patio por la extraña e incómoda situación en la que por suerte linda pudo arreglar con astucia.

—Bien, creo que aún nos queda tiempo para antes de que oscurezca.—señala Ferb—. ¿Que tal si vamos al parque a caminar y de paso comer unos helados allá, ¿les parece? Cómo lo propusiste tú desde un inicio isabella-agrega animado.

—¿Isabella dijo eso?—dice phineas conmocionado.

—Si Phineas lo hizo, solo que tu estabas muy distraído con tus inventos para ponerle atención... otra vez.—escupe directamente Ferb con la excepción de lo último lo cual susurra. Lo cual hace ofende más a su hermano.

—¿Qué fue lo ultimo que dijiste?—interroga Phineas listo para empezar una fuerte discusión.

—¡Que si vamos al parque a comer unos helados! yo creo que esta muy bien, ¡vamos!—cambia el tema su vecina inteligentemente para olvidar el asunto.

—Sí eso dije, ¡andando!-seguido de esto Ferb toma la mano de Isabella y sale corriendo velozmente obligando a seguirle el paso.

—¡Oigan espérenme!—exclama Phineas molesto.

—Grrr.—gruñe el ornitorrinco cerca de él.

—Oh ahí estas Perry.—dice Phineas al ver a su pequeño ornitorrinco mascota para después cargarlo alegremente—. ¡Ven! vamos de paseo.—le avisa sin esperar que entienda realmente—. ¡Hey chicos, espérenme!—grita Phineas a todo pulmón mientras intentaba alcanzarlos.

—¡Muy lento!—se bufa su hermano mientras seguía corriendo llevándose a Isabella de la mano, quien se reía a carcajadas por como la arrastraba a correr para molestar a su hermano.

Continuará…